Sobre éste tema hay que ser honestos, obviamente que nadie va a estar con una persona sólo por la plata (nadie que yo conozca, las de la tele si!) pero hay que reconocer que ¡El dinero no es todo, pero cómo ayuda!. Obviamente que nosotras nos enamoramos de “Juan” por como es, pero si Juancito trae como accesorio un auto propio, una casita de fin de semana, un departamento en Punta del Este o un campito familiar para pasar los fines de semana largo, como suma Juancito!. Eso es innegable e indiscutible. Ahora, saldríamos con Juancito si fuese feo como él sólo y no tuviese un peso?. Es donde entra en funcionamiento la teoría de la Triple “P” que me enseño un sabio amigo.
Primera “P” Poder: Esta “P” puede tener varias formas como poder social, político, económico, etc. Muchas personas, esto es histórico y no distingue de sexos, se casan por el apellido y de esa forma poder ascender socialmente.
A cuantas amantes de la política las atrae ese rebelde dirigente de la juventud que es inteligentísimo, seguro de si mismo y a cada discurso que da tu mundo se desajusta.
O más común todavía, cuántas, cuántas pero CUANTAS se enamoran de sus jefes? Cientos, miles, o sea que hay algo en eso del escaloncito del poder, están más arriba y no los ves igual, de hecho si no estuviesen ahí es muy probable que ni los verías.
Segunda “P” Plata: Cuando estas más sola que Adán el día de la madre y tus festejantes escasean sos capaz de volver a salir con un chico que no te convence sólo porque el último programa estuvo muy copado y sabés que te espera una súper comida, ir a recitales a platea VIP, o una invitación del tipo Cirque Du Soleil. No digo que te enamores por eso, pero el saber que la salida es interesante te hace aunque sea arriesgarte a volver a verlo.
Otro tema respecto de las salidas, tengo la teoría de que las mujeres se mantienen igual o suben con mucha más facilidad su nivel de vida del que lo bajan. Es decir, si estás acostumbrada a ir a tomar el té a Maru Botana a la vuelta de tu casa, si un chico por más que te guste mucho, te invita a un programa a “su estilo” que consiste en ir a tomar unos mates con biscochitos a la estación de Liniers, para lo cual te tenés que tomar el 80 y viajar 2 horas reloj! es muy probable que a la primera de cambio dejes al chico. Por lo tanto cuando hay tanta diferencia o él se adapta muy rápidamente a vos o va muerto. Todo lo contrario si la costumbre del chico es muy distinta a la tuya pero para el otro lado y por ejemplo “su estilo” es ir a desayunar los sábados al Alvear, que lindo y rápido me puedo adaptar a sus costumbres! No?.
Finalmente la tercera “P”, impronunciable ya que este blog es leído por menores de edad, así que hagan uso de su pervertida imaginación. Si, cuántas amigas nuestras cuando nos juntamos a charlar nos cuentan de ese “Juancito” al que no pueden largar y siguen saliendo durante varias semanas, incluso meses sólo porque disfrutan más que con cualquier otro. Y de no ser por esa poderosa “P” la relación no hubiese progresado, ni hubiesen jamás hecho la excursión a los indios Ranqueles al ir hasta Liniers. Así que esta tercer “P” pesa, tanto como las otras dos y a veces más.
Obviamente que cuando uno se enamora, no importan los tamaños ni sus usos, ni el barrio, ni las costumbres que se tengan o no en común, por eso es amor. Pero claramente las mujeres tenemos de ante mano, elaborada una lista mental de las cosas que toleraríamos y de las que no, y varias de ellas están de alguna u otra manera estigmatizadas por razones materiales. A cuántos hombres les han roto el corazón diciéndoles: “estamos en distintos tiempos, yo ya estoy recibida y trabajando y vos todavía no, yo quiero un hombre al que pueda admirar”. O no estamos en lo cierto?.
Así que desde que me enteré de la famosa teoría que circula entre los hombres de la triple “P” me di cuenta de que en el anterior post había quedado muy claro lo que los hombres buscaban en las mujeres pero no lo que nostras a simple vista vemos. Y mucho de todo esto es verdad, admitámoslo, el amor verdadero es otra cosa, pero como dijimos antes: “Una mujer puede esperar que aparezca el hombre apropiado, pero eso no significa que en este medio tiempo ella no pueda tener momentos maravillosos con todos los inapropiados”.
Primera “P” Poder: Esta “P” puede tener varias formas como poder social, político, económico, etc. Muchas personas, esto es histórico y no distingue de sexos, se casan por el apellido y de esa forma poder ascender socialmente.
A cuantas amantes de la política las atrae ese rebelde dirigente de la juventud que es inteligentísimo, seguro de si mismo y a cada discurso que da tu mundo se desajusta.
O más común todavía, cuántas, cuántas pero CUANTAS se enamoran de sus jefes? Cientos, miles, o sea que hay algo en eso del escaloncito del poder, están más arriba y no los ves igual, de hecho si no estuviesen ahí es muy probable que ni los verías.
Segunda “P” Plata: Cuando estas más sola que Adán el día de la madre y tus festejantes escasean sos capaz de volver a salir con un chico que no te convence sólo porque el último programa estuvo muy copado y sabés que te espera una súper comida, ir a recitales a platea VIP, o una invitación del tipo Cirque Du Soleil. No digo que te enamores por eso, pero el saber que la salida es interesante te hace aunque sea arriesgarte a volver a verlo.
Otro tema respecto de las salidas, tengo la teoría de que las mujeres se mantienen igual o suben con mucha más facilidad su nivel de vida del que lo bajan. Es decir, si estás acostumbrada a ir a tomar el té a Maru Botana a la vuelta de tu casa, si un chico por más que te guste mucho, te invita a un programa a “su estilo” que consiste en ir a tomar unos mates con biscochitos a la estación de Liniers, para lo cual te tenés que tomar el 80 y viajar 2 horas reloj! es muy probable que a la primera de cambio dejes al chico. Por lo tanto cuando hay tanta diferencia o él se adapta muy rápidamente a vos o va muerto. Todo lo contrario si la costumbre del chico es muy distinta a la tuya pero para el otro lado y por ejemplo “su estilo” es ir a desayunar los sábados al Alvear, que lindo y rápido me puedo adaptar a sus costumbres! No?.
Finalmente la tercera “P”, impronunciable ya que este blog es leído por menores de edad, así que hagan uso de su pervertida imaginación. Si, cuántas amigas nuestras cuando nos juntamos a charlar nos cuentan de ese “Juancito” al que no pueden largar y siguen saliendo durante varias semanas, incluso meses sólo porque disfrutan más que con cualquier otro. Y de no ser por esa poderosa “P” la relación no hubiese progresado, ni hubiesen jamás hecho la excursión a los indios Ranqueles al ir hasta Liniers. Así que esta tercer “P” pesa, tanto como las otras dos y a veces más.
Obviamente que cuando uno se enamora, no importan los tamaños ni sus usos, ni el barrio, ni las costumbres que se tengan o no en común, por eso es amor. Pero claramente las mujeres tenemos de ante mano, elaborada una lista mental de las cosas que toleraríamos y de las que no, y varias de ellas están de alguna u otra manera estigmatizadas por razones materiales. A cuántos hombres les han roto el corazón diciéndoles: “estamos en distintos tiempos, yo ya estoy recibida y trabajando y vos todavía no, yo quiero un hombre al que pueda admirar”. O no estamos en lo cierto?.
Así que desde que me enteré de la famosa teoría que circula entre los hombres de la triple “P” me di cuenta de que en el anterior post había quedado muy claro lo que los hombres buscaban en las mujeres pero no lo que nostras a simple vista vemos. Y mucho de todo esto es verdad, admitámoslo, el amor verdadero es otra cosa, pero como dijimos antes: “Una mujer puede esperar que aparezca el hombre apropiado, pero eso no significa que en este medio tiempo ella no pueda tener momentos maravillosos con todos los inapropiados”.
Si alguien te invita a tomar mate con biscochitos a la Estacion de LINIERS no es que no tiene plata, es mas probable que te quiera violar
ResponderEliminarjajajajaja...cuidado chicas...juani tiene algo de razón. El dinero no es todo, pero como ayuda!!!. Saludos, Pancracia.
ResponderEliminarQue bueno esta este blog!! como me divierte en mi horario laboral.
ResponderEliminarY sí, billetera mata galan, mira los jugadores de futbol ahora todas los vemos lindos!
MI TIA TMB ESTA CASADA POR PLATA ES UN HIJA DE PUTA FORRA
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