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viernes, 28 de enero de 2011

Los 10 pecados de la moda

Por Juana Gardner

1. Evitá los logos. Lo pagaste, ¿qué necesidad de hacerle publicidad? Y te hablo de esos exclusivos bolsos con logo, vestido o ¡peor! De aquellos hombres que, cual futbolistas recién llegados a Italia, arrasan los estantes desesperado por t-shirts con leyendas como D&G o de Armani Exchange y orgullosamente lo llevan cual escudo de Superman por la vida.

2. Que no se te vea la ropa interior. Así seas el sexy más sexy o la diosa más diosa, nadie quiere ver atisbos de ropa interior fuera de esos momentos de placer. Evitá mostrar el borde del calzoncillo (así diga CK) y que te quede claro: tampoco nos copa ver la tanga de Gatúbela escapando por los traicioneros tiro bajo.

3. El cinturón, a la cintura. Valientes ya quedó atrás. Terminada la novela, que sólo te quede el recuerdo de 
look ‘pantalón-hasta-por-el-cuello’ de Huevo. ¡Delata un estilo señor cincuentón! Recordá que el cinturón por algo va a la cintura y no dejes que pase por más allá de tu ombligo.


4. Síndrome Cris Morena.Fácil de reconocer: minifaldas, colores brillantes y estampas de caricaturas. Ruidosos llaveros teen colgando de la cartera y delatoras faldas balloon que compiten con las más osadas adolescentes. No le hagas eso a nuestra vista. Será lindo (si está bien llevado) pero solamente por un ratito.



5. Oda al fake. Una cosa es un diseño lindo, y otra más vergonzosa es el burdo ‘similar’. La culpa es del chancho pero… también del que le da de comer. De poco te sirve ostentar esas zapatillas último modelo, ese lindo reloj (para ver sólo de lejos) o exhibir una cartera de ‘miles de dólares’ en plena hora pico del subte o mientras te comés la fila del 60.


6. Apretame que me gusta. Pantalones súper ceñidos, remeras entalladas y bien pegadas al cuerpo. Sabemos que el gimnasio dio frutos y que tenés un cuerpo espectacular... ¿No te parece que es hora de ser bueno y de dejarlo respirar?
 


7. El eterno clown. Aplaudimos la personalidad. Los colores son la alegría de la vida, pero flúo, leopardo y texturas todo junto y a plena luz del día es too much. No todo es una murga y el equilibrio hace al éxito: no te deshagas de todo, sólo acordate de elegir de a uno por vez.

8. Transparencias. No es cuestión de polemizar si se trata de cuerpos imponentes o de formas fofas que quedan al descubierto, las transparencias no dan. No sólo porque las redes de crochet deberían quedarse donde están (como manteles en las casas de las abuelitas) sino porque hay cosas que definitivamente, no van más.



9. Ombligo al aire. Sabemos que ése piercing nuevo te quedó lindo, que amás mostrar lo bien que quedaron tus abdominales sin embargo hay situaciones (el 100% de ellas, a decir verdad) donde tu remerita cortada al ras, está fuera de lugar. 



10. Todo junto. ¡Menos es más! Los accesorios están de moda y las revistas insisten en llamarlos looks ‘eclécticos’. Pero, si te vas a colgar mil collares, dejá de lado las pulseras, sombreros y aros largos.