Contador nichichanilimonada

jueves, 1 de julio de 2010

ay! la presión, la presión..



Como me dijo una amiga una vez, terminar la carrera no es solo conseguir el titulo. Te define como persona, te cambia el modo de ver las cosas por que a la larga – y si tenés la suerte de haber tenido buenos docentes- te enseña a pensar.

Sin embargo todos nos aterramos con el primer trabajo. Yo vengo de sociales y hace poco que me toca empezar a laburar como profesional. Yo no se si me tomo las cosas muy a pecho o que, pero desde que tengo un la abreviatura “Lic.” antes de mi nombre, siento la presión de ser el doble de buena en lo que hago y demostrar que por algo me lo gané. Para agregarle emoción al asunto, también me acuerdo de la cara de toda mi familia que cree que soy la Maradona de las ciencias sociales. Pero estoy desbordada! En mi carrera no hay un modo de “hacer las cosas”. Se supone que investigamos material sobre el tema, hacemos un trabajo de campo y después damos soluciones. PLUM! Mágicamente deberíamos tener la solución a la atrofia burocrática, problemas del personal, inflación, aumento del precio del tomate y si se puede, de los problemas amorosos de quien te contrata. Suena fácil dar respuestas pero cuando sos nueva ejerciendo, nueva en cualquier trabajo y no hay nadie que te guíe, enloqueces! Los voy a usar como psicólogos y les voy a contar lo que me pasó hoy: Entrevisté a 4 jefes de áreas (q todavía no entiendo como son tantas) con 20 años de experiencia. De golpe llego yo, una nena de 25 años a “ver como hacían su trabajo”. Claramente no le caí simpática a ninguno ni para que me agreguen al facebook ... Obviamente que delante de cada uno tuve que rendir un mini examen teórico, explicar como había llegado, presentar hasta mi carta astral y someterme a un juicio inquisidor.

Cuando volví a casa a ver que podía escribir de “resumen” del día, me di cuenta que nadaba entre papeles que en nada me ayudan! Y todavía tengo que redactar un informe. Hace un mes que vengo redactando informes y me estoy volviendo politeísta porque le rezo hasta a los santos de la iglesia china de la vuelta de casa para que a mis jefes les guste y sigan contentos de pagarme a fin de mes.

A pesar de mis llantos, tengo que aclarar que ya presente dos adelantos q fueron considerados bastantes satisfactorios asi que a todos los que estamos arrancando en el mercado profesional nos recomiendo calma, esfuerzo y SEGURIDAD. No nos olvidemos que si nos contrataron, es porque ellos tampoco saben hacerlo y nosotros, como jóvenes licenciados, tenemos guardado un as bajo la manga!

lunes, 28 de junio de 2010

Billetera mata galán? La teoría de la PPP


Sobre éste tema hay que ser honestos, obviamente que nadie va a estar con una persona sólo por la plata (nadie que yo conozca, las de la tele si!) pero hay que reconocer que ¡El dinero no es todo, pero cómo ayuda!. Obviamente que nosotras nos enamoramos de “Juan” por como es, pero si Juancito trae como accesorio un auto propio, una casita de fin de semana, un departamento en Punta del Este o un campito familiar para pasar los fines de semana largo, como suma Juancito!. Eso es innegable e indiscutible. Ahora, saldríamos con Juancito si fuese feo como él sólo y no tuviese un peso?. Es donde entra en funcionamiento la teoría de la Triple “P” que me enseño un sabio amigo.

Primera “P” Poder: Esta “P” puede tener varias formas como poder social, político, económico, etc. Muchas personas, esto es histórico y no distingue de sexos, se casan por el apellido y de esa forma poder ascender socialmente.
A cuantas amantes de la política las atrae ese rebelde dirigente de la juventud que es inteligentísimo, seguro de si mismo y a cada discurso que da tu mundo se desajusta.
O más común todavía, cuántas, cuántas pero CUANTAS se enamoran de sus jefes? Cientos, miles, o sea que hay algo en eso del escaloncito del poder, están más arriba y no los ves igual, de hecho si no estuviesen ahí es muy probable que ni los verías.

Segunda “P” Plata: Cuando estas más sola que Adán el día de la madre y tus festejantes escasean sos capaz de volver a salir con un chico que no te convence sólo porque el último programa estuvo muy copado y sabés que te espera una súper comida, ir a recitales a platea VIP, o una invitación del tipo Cirque Du Soleil. No digo que te enamores por eso, pero el saber que la salida es interesante te hace aunque sea arriesgarte a volver a verlo.
Otro tema respecto de las salidas, tengo la teoría de que las mujeres se mantienen igual o suben con mucha más facilidad su nivel de vida del que lo bajan. Es decir, si estás acostumbrada a ir a tomar el té a Maru Botana a la vuelta de tu casa, si un chico por más que te guste mucho, te invita a un programa a “su estilo” que consiste en ir a tomar unos mates con biscochitos a la estación de Liniers, para lo cual te tenés que tomar el 80 y viajar 2 horas reloj! es muy probable que a la primera de cambio dejes al chico. Por lo tanto cuando hay tanta diferencia o él se adapta muy rápidamente a vos o va muerto. Todo lo contrario si la costumbre del chico es muy distinta a la tuya pero para el otro lado y por ejemplo “su estilo” es ir a desayunar los sábados al Alvear, que lindo y rápido me puedo adaptar a sus costumbres! No?.

Finalmente la tercera “P”, impronunciable ya que este blog es leído por menores de edad, así que hagan uso de su pervertida imaginación. Si, cuántas amigas nuestras cuando nos juntamos a charlar nos cuentan de ese “Juancito” al que no pueden largar y siguen saliendo durante varias semanas, incluso meses sólo porque disfrutan más que con cualquier otro. Y de no ser por esa poderosa “P” la relación no hubiese progresado, ni hubiesen jamás hecho la excursión a los indios Ranqueles al ir hasta Liniers. Así que esta tercer “P” pesa, tanto como las otras dos y a veces más.

Obviamente que cuando uno se enamora, no importan los tamaños ni sus usos, ni el barrio, ni las costumbres que se tengan o no en común, por eso es amor. Pero claramente las mujeres tenemos de ante mano, elaborada una lista mental de las cosas que toleraríamos y de las que no, y varias de ellas están de alguna u otra manera estigmatizadas por razones materiales. A cuántos hombres les han roto el corazón diciéndoles: “estamos en distintos tiempos, yo ya estoy recibida y trabajando y vos todavía no, yo quiero un hombre al que pueda admirar”. O no estamos en lo cierto?.

Así que desde que me enteré de la famosa teoría que circula entre los hombres de la triple “P” me di cuenta de que en el anterior post había quedado muy claro lo que los hombres buscaban en las mujeres pero no lo que nostras a simple vista vemos. Y mucho de todo esto es verdad, admitámoslo, el amor verdadero es otra cosa, pero como dijimos antes: “Una mujer puede esperar que aparezca el hombre apropiado, pero eso no significa que en este medio tiempo ella no pueda tener momentos maravillosos con todos los inapropiados”.